Panamá ha experimentado una significativa disminución del 35% en el número de migrantes que atraviesan la selva del Darién, una de las rutas más peligrosas hacia Norteamérica. Este descenso se atribuye a nuevas medidas implementadas por el gobierno panameño y sus socios regionales, que buscan frenar el flujo irregular de personas y reducir los riesgos asociados con este tránsito.
Panamá reduce en un 35% el cruce de migrantes por la peligrosa selva del Darién
Panamá ha experimentado una significativa disminución del 35% en el número de migrantes que atraviesan la selva del Darién, una de las rutas más peligrosas hacia Norteamérica. Este descenso se atribuye a nuevas medidas implementadas por el gobierno panameño y sus socios regionales, que buscan frenar el flujo irregular de personas y reducir los riesgos asociados con este tránsito.
La selva del Darién, una zona fronteriza entre Panamá y Colombia, es conocida por sus difíciles condiciones geográficas y la presencia de grupos criminales, lo que convierte el cruce en un trayecto extremadamente peligroso. Miles de personas, muchas de ellas provenientes de Venezuela, Haití y Cuba, se arriesgan a cruzar este terreno inhóspito cada año, enfrentando no solo las inclemencias del tiempo, sino también la violencia y extorsión de bandas criminales.
Las autoridades panameñas han intensificado los controles fronterizos y cooperan con países vecinos para mitigar el impacto humanitario de esta crisis migratoria, especialmente en términos de tráfico de personas y los riesgos para la seguridad de los migrantes. Según reportes recientes, estas acciones conjuntas han empezado a mostrar resultados, con una reducción considerable en el número de personas que optan por esta peligrosa ruta.
Sin embargo, organizaciones humanitarias continúan expresando su preocupación por el destino de aquellos migrantes que, a pesar de las advertencias, siguen arriesgando sus vidas en busca de mejores oportunidades. La situación en la región del Darién sigue siendo crítica, y las autoridades panameñas han hecho un llamado a la comunidad internacional para coordinar más esfuerzos en la protección y asistencia de los migrantes.
Este tema cobra especial relevancia debido a su impacto no solo en Panamá, sino en toda la región centroamericana, ya que el flujo migratorio a través de esta zona está vinculado a dinámicas sociales, políticas y económicas que requieren soluciones a largo plazo.